lunes, 31 de octubre de 2011

Mis 2 días sin chamba y otros incidentes más.

1.-Resulta que el martes de la semana pasada, antes de llegar a mi chamba, ya me esperaba un compañero para hablar conmigo. Lo primero que pensé fue que quería reclamarme algo o tirarme el can, pero no. Resulta que justo frente a nuestras oficinas, muy bien estacionada, estaba una camioneta del año con vidrios balaceados y dentro, una fuerte cantidad de armas, de esas que salen en la tele cuando atrapan a un narco.

Mi jefe le pidió a mi compañero que nos avisara que no nos acercáramos porque podía haber una bomba o quizás hasta nos podían culpar de ser dueños de tal cosa. 1 hora se nos fue en decidir que se hacía por mientras.

Al final nos fuimos todos a casa y mi jefe nos hablaría hasta que alguien fuera por el vehículo. Pasaron 2 días, 2 días en que me la pasé rascándome la panza, jugando con mi niña y también arreglando unos papeles en el dichoso seguro social.

Apenas el viernes me presenté a chambear y según, la camioneta desapareció así como llegó. La verdad nos da un poquito de miedo pero, pues que le hace uno, ni modo que no nos presentemos a trabajar.

2.-Hace unas semanas llevé mi camioneta a un taller para que le hicieran el cambio de aceite. Durante ese lapso sucedieron unas balaceras entre narcos y más narcos. Entre el pleito muchos dejan sus vehículos tirados y se suben al que les da la gana para huir. Pues sin darle muchas vueltas llegaron hasta el taller y pidieron las llaves de mi camionetita para irse, pero el mecánico les dijo que no servía la transmisión y optaron por llevarse otro coche. Mi camioneta no es la gran cosa, al contrario, es de medio uso pero jamás me ha fallado, lo único es que como es cherokee, esas las usan para andar en cualquier terreno y se les hizo fácil. De la que se salvó gracias a la pronta acción del mecánico, que es amigo de borrado.

3.-El sábado me quisieron robar mi camioneta. La culpa fue mía porque la dejé sin querer queriendo abierta, la cosa es que estaba abierta en el terreno de nuestra casa y eran las 2 de la tarde. Me di cuenta hasta el siguiente día y eso porque me dejaron unas "loncheras" y el encendido todo volteado, como que quisieron meter algún alambre pero no les funcionó.

Apenas ahorita me enteré que robaron un "cyber" que está al ladito de mi casa, de seguro iban por eso y como no tenían en que escapar, se les ocurrió llevarse mi camioneta porque estaba abierta, pero pues no se les hizo. Prometo solemnemente no volver a dejarla abierta ni de día, ni de noche.

Después de estos acontecimientos, seré más precavida.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Invisible

Ya he contado aquí de algunas amigas mías que fueron, intencionalmente, desapareciendo en el camino, sobre todo unas, a las que mi hermano les decía "las mutantes", por feas.

El 25 de septiembre, borrado, nos llevó a una fiesta que organizó su empresa por ser el día de la familia. Cada año hacen ese festejo como una manera de agradecerles por su trabajo. La hacen en una "quinta" para que se lleven a la familia y que no quede en una simple borrachera. La verdad estuvo buenísima, nos dieron hamburguesas, hotdogs, refrescos, sabalitos, papitas y pudimos meternos a la alberca todo el tiempo que estuvimos ahí.

Y pues resulta que una de esas amigas mutantes trabaja en la misma empresa que borrado y justo ahí, me la encontré. Pero no estaba sola, iba con su otra hermana, así que ahí estaban las condenadas.

Durante los 2 años que estudiamos juntas las llevé a su casa al salir de la prepa, veía películas con ellas, salíamos a brownsville, a la isla del padre, todos los viernes nos íbamos a bailar y a cenar tacos. Jamás pero jamás les pedi un quinto para la gasolina.

Pero me vieron y fui invisible para ellas.

Tontamente pensé que el enojo de hace muchísimos años (cuando se molestaron porque besé a un profesor en plena clase, que era mi novio pero no sabía nadie) se les había pasado, pero no. Casi casi me pasan por encima y ni así me volteaban a ver.

En una escapada sola, sin la niña, me fui al baño y cuando salió la chava que estaba en uno de los cuartitos me di cuenta que era una de ellas, Zandra. Nos vimos frente a frente y ni así me sonrió. Creo que el coraje que les dio por lo que hice, fue tan grandre que no me han podido perdonar. Hasta me parece que al verme hizo una mueca como de: "te reconozco pero ni muerta te hablo"

Sentí bien raro, la neta que muy en el fondo si sentí feo porque aunque parezca tonto, después de tanto tiempo, me dio gusto verlas.

En fin, ni se me quitó el hambre ni dejé de sonreír, lo único es que si estoy super sacada de onda porque me di cuenta que yo olvido las cosas malas muy pronto y en cambio a ellas se les puede ver , todavía, el odio en sus ojos.

Sinceramente creo que esos rencores deberían quedar en el pasado y más cuando no les afectó directamente..., en serio que qué chafas, ni aguantan nada.

jueves, 13 de octubre de 2011

Agradecimiento

Quiero agradecer públicamente a Alexa (mi hija) por ser una niña tan fuerte y mucho menos dramática que su madre, osea yo.

Hace días se sentó en una sillita de fierro, la cual se ladeó y mi pobre hija se fue de bruces, pero eso no fue lo peor, la cosa es que al caer, sus deditos quedaron presionados bajo la recargadera y, debido al machucón, un uñita del dedo anular, salió volando. Lloró muchísimo en ese momento, pero al llevarla corriendo al médico iba de lo más tranquila e incluso así se mantuvo en todo el rato que le hicieron la curación. El doctor la felicitó y me dijo que tenía una niña muy valiente y fuerte y que por favor aprendiera un poco de ella, ya que yo sí me la pasé llorando, gritando y casi casi sin poder respirar.

Ya su dedito va muy bien, un poco maltratado y pelón, pero bien. Hasta ahorita no ha llorado debido al golpe ni hace nada por quitarse su vendita.

Me siento tan culpable porque todo paso frente a mis ojos, pero de verdad que no pude hacer nada por detener su caída.

Ahora, a esperar a que crezca la uña :(