jueves, 28 de mayo de 2009

El vampiro

Cuando estaba en la prepa, allá en la bella ciudad de Tepic, Nayarit, había un chavo que nos volvía locas a las Verónicas, éramos 3 chavas del mismo salón que nos llamábamos igual (creo nuestros papás o abuelos eran fanáticos de Verónica Castro) y otras 2, Gina y Melva, pero como se unieron a la banda también les decíamos así. La cuestión es que ese chavo nos parecía muy enigmático.

Era muy serio, usaba gabardinas hasta los tobillos, lentes oscuros y tenía el cabello larguito, se veía diferente a los demás. No recuerdo en que salón iba ni nada, solamente lo veíamos pasar y suspirábamos en coro. Nos parecía fuera de serie, que ninguno de nuestros compañeros le llegaba, no tanto por su galanura sino porque nos daba la impresión de ser inteligente, culto y que no se rozaba con cualquiera. Hablábamos de él todos los días, nos imaginábamos lo romántico y detallista que sería con una pareja (no sé si antes me gustaba eso de los hombres).

No sé cómo fue pero nos hicimos sus amigas, jamás le preguntamos por su nombre, para nosotros era el vampiro. Nos contaba muchas historias, sobre todo sexuales, como la primera vez que había hecho el amor a los 14 años con una tía, nosotros teníamos 15 y eso nos parecía un escándalo. Mi hermano y sus amigos se burlaban de nosotras, siempre nos decían que no era de otro planeta, que era alguien común y corriente, pero nosotras no lo veíamos así.

Casi no entrábamos a clase, por lo regular lo veíamos pasar y todas nos salíamos a estar con él en las escaleras, nos cautivaba, podíamos pasar horas escuchando sus travesuras y sus sueños eróticos. Un día nos dijo que le gustaba una chica, por supuesto que cada una por su cuenta se ilusionó pensando que ya lo había atrapado pero no, resultó que le gustaba una chica de otro salón. Cuando nos la señaló nos pareció una tipa cualquiera con las piernas muy gordas para usar mini y el pelo sin chiste, toda una "x". Lo peor fue cuando nos enteramos que media prepa había pasado por sus armas, que sólo usaba a los chicos. No, nuestro vampiro no merecía eso, él era otra onda. La llamamos la vampira.

La hicimos nuestra aliada, era mejor tener al enemigo cerca. Le inventábamos mil cosas de él, más bien los recados que le enviaba a nuestro vampiro se los pasábamos mal, cortos o distorsionados, eso provocó todo un desbarajuste que hizo que ella se alejara de nuestro grupo. Nos sentíamos realizadas, así que entre nosotras elegimos a la que sería candidata para andar con él: Verónica, la líder
.
Era una chava alta, muy bonita, vestía impecable y siempre acaparaba la atención de todos. Antes de que nuestro amigo se enamorara de la vampira nos contaba que sentía que había química entre ellos, que cuando la acompañaba a casa como que deseaba robarle un beso, pero ella estaba indecisa porque sería su primer novio, fue así que optamos porque anduviera con él, más valía que anduviera con alguna de nuestro equipo que con una cualquiera.


Un día nos fuimos todos a jugar tenis y Vero, la líder, nos invitó unas nieves para festejar que ese día por fin aceptaría un beso de nuestro amigo en común. Y justo cuando estábamos tiradas en el pasto disfrutando de cada cucharada y riéndonos como sonsas, vemos a nuestra víctima que venía muy bien acompañado de la tipa "x". El helado nos supo a tierra.

El dichoso vampiro y la vampira se habían encontrado en la tienda de la prepa y pudieron arreglar sus diferencias, entonces le pidió que fueran novios y fueron felices. Nuestras caras mostraban nervios, coraje y pena, todo mezclado. La de ella, triunfo. Vero se río y dijo que se alegraba de no haber dado su primer beso a alguien tan voluble, nosotras la vimos y nos dio tristeza, sus ojos se le llenaron de lágrimas pero no preguntamos ni dijimos nada, cada quién agarró para su casa.

Él se alejó, como suele pasar, ahora lo veíamos de lejos con ella todo el tiempo, dándose besitos por toda la prepa, pero siempre que nos veía se detenía a saludar y a darnos las gracias por haberle ayudado a encontrar al amor de su vida, no manchen, ¡tenían 17 años! Las cinco seguíamos siendo amigas, cada quien tuvo su novio y nos veíamos en algunos recesos para hablar de otras cosas. Pasaron los días, el vampiro se quitó la gabardina y se cortó el pelo, luego supimos que se llamaba Enrique y que a la chica en cuestión le había puesto el cuerno cientos de veces. Ya no era nuestro amor platónico.

Alguna vez le platiqué a un noviecito que tuve en esa prepa sobre el dichoso personaje que nos hacía suspirar y al siguiente día me llegó enfundado en una gabardina corta, me parecía como un vampirito y aunque estaba muy guapo, jamás le llegó a los talones. Pero bueno, esa es otra historia.

El vampiro no fue mi novio ni mi mejor amigo, pero creo desde ahí empecé a idealizar a las personas que llegaban a mi vida: parejas y amigos. Casi besaba el piso por dónde pasaban. Me llevé varios descalabros, muchísimos. Ahora si conozco a alguien trato de pensar que no vienen a resolverme la vida o a pintarla de colores, mucho menos que estoy para complacerlos en todo para que me volteen a ver. Veo a los cuates como son y no como se ven en mi mente. Y si por alguna razón empiezo a perder el piso por alguno, meto reversa y a lo que sigue.

11 comentarios:

NTQVCA dijo...

Uy yo también tuve mi "vampiro" en la prepa.
Y que malas tú y tus amigas haciendole la vida imposible a esa pober chava alta, bonita, inteligente, impecable y engreida la muy estupida, que pensandolo bien yo hubiera hecho lo mismo.

Do the Doo dah dijo...

Muy boeno, sobre todo porque me acordé de ciertas personas en mi prepa a la que tambien les decíamos Vampiros... (a mi me llegaron a decir Vampira, sniff)



=)

Kózmica dijo...

jajajaj si, qué perversidad, verdad? pobrecita chava, sólo porque se ganó los besotes de nuestro vampiro.

Kózmica dijo...

Do the Doo dah:

Mira qué cosas! o sea que eso es normal en la época de prepa? a mí me hubiera gustado mucho ser una vampira :( al menos ella se dio unos agarrones con mi amor platónico.

Luisz dijo...

¡A que los engabardinados!

Con el calentamiento global ya es una hazaña eso.


Saludos. Muy buena historia.

Alter Ego dijo...

Sí, muy buen relato, a pesar de haber escrito: "...sus travesuras..." que por tratarse de un personaje de tales características acaba sonando cómo a Chiquidrácula o algo así.

glass ♥ dijo...

jajaja, qué chistoso y mundos tan distintos. A mí no me llamaban la atención para nada los "vampiritos". Al contrario, pasaba sin ver...

Me gustó mucho tu historia. ;)

Saludos!

Taker dijo...

Muy chido el relato, me gusta la forma como escribes.

Respecto al Vampiro... pues mal pex por lo de la chava, y lo dijo por el ehcho de que les haya ganado y por todo lo que ustedes hacían para que ella no fuera la vampira. Pero creo que en el fondo cualquier mujer hubiera hecho lo mismo no?.

Ahora, lo chistoso es que hasta les agradeció porque gracias a ustedes encontró al amor de su vida XD

Saludos!

Kózmica dijo...

Luisz

Es verdad, creo que estábamos en el mes de septiembre y el chavito como si nada. Por un lado si nos llamó la atención eso de su gabardina, era el único que lo hacía.

Alter ego

Tenía 17 años, por eso le puse travesuras, pero travesuras sexuales jaja

Glass

Ése fue mi único compañero vampiro al que me le pude acercar, pero yo siempre deseé ser vampira, que volvieran sus miradas cuando yo pasara pero nada, más bien fui la mejor amiga de los galanes :/

Take

Gracias!
Y sí, creo que ellos jamás se dieron cuenta de lo que hicimos a sus espaldas. Cada cosa que hacemos por los hombres y para que al final ni nos quedemos con ellos :P

Kózmica dijo...

Me comí la "r" de taker jaja es que ya es hora de mi almuerzo

David Lepe dijo...

Como me gustan estos tus relatos, aunque son tal laaargos, pero me gustan.
Linda reflexiòn al final.