jueves, 30 de junio de 2011

Primer día

Hoy es el primer día que mi niña se queda todo el día en la guardería.

Después de estarles pidiendo consejos y contándoles sobre las broncas que de repente surgen en la familia, decidí meter a la niña a la guardería. Mi mamá se sacó mucho de onda pero también le cayó de perlas porque así podrá viajar a ver a mi abuelita cuando ella quiera y necesite.

El primer día de adaptación tuve que ir por 4 horas para acompañarla y ver que es todo lo que le enseñan. Me gustó. Yo pensaba que no las pelaban pero si alguno llora y no saben el motivo lo cargan por un ratito hasta ver qué es lo que le molesta. Mi niña se volvía loca con los juguetes y los niños que estaban ahí. De la emoción no quiso comer ni dormir, pero se lo permitieron porque era el primer día. Su papá fue por nosotras y cuando lo vio se quiso ir de ahí de inmediato.

Al segundo día fueron 5 horas y mi mamá fue la que estuvo con ella ya que en mi chamba no me dejan faltar tanto tiempo. Creo que se chifló más con ella que conmigo, pero imagino porque pasan todos los días juntas, pero todo bien.

Ayer las corrieron a la hora porque no había luz.

Hoy ya se quedó y mi corazón también. Sentí una tristeza terrible verla con su carita de seria, no lloró pero estaba tranquilita. En una de esas me extendió los brazos o creo que me decía adiós y casi salgo corriendo. Las maestras me decía algo que ni pude escuchar por lo mal que me sentía.

Ya mañana que esté más tranquila platicaré con ellas sobre cómo durmió y qué tal está de salud.

Aunque sé que es lo mejor que le puede pasar por todo lo que aprendera, siento un vacío que ni el almuerzo pudo llenar :(

miércoles, 29 de junio de 2011

Anillo de compromiso

Dicen los terapeutas que mi temor a casarme es por el tipo de matrimonio que he visto en el entorno en el que vivo, que a la primera de cambios se divorcia o por los hombres manipuladores y machistas que conocí en el pasado.

Puede ser.

Lo que sí sé es que desde que era adolescente y me enteraba de alguna compañera que se casaba me daba una tristeza enorme por ella. Pensaba que la vida se le había acabado. Sentía que sus metas de ser alguien en la vida se terminaban y ahora solamente le quedaba ser mamá y aburrirse del amor de su vida en unos años.

Cuando decidí vivir con el tipo chilango que se cruzó en mi camino intenté darle una oportunidad a convivir con una pareja, a compartir mi espacio y me resultó lo que tanto temía y mi miedo al matrimonio creció. Por más que me digan que no todo es igual he preferido estar sola por un tiempo y aunque tengo pareja, que cada uno viva en su casa, ya si en unos años se esfuman mis miedos, veremos.

En 2004 apareció un chico que de la nada me dijo que yo le había gustado, nos conocimos en un oxxo y me dio su tarjeta para que le llamara. Pasó un mes y me animé a llamarle un domingo que estaba aburrida y me invitó a salir.

Cuando lo volví a ver no me movió para nada el tapete, pero su plática era muy buena así que no pasé una mala noche. Así duramos un mes saliendo hasta que me pidió fuera su novia, yo le pedí tiempo. Eso fue como en octubre.

No había día que no me pidiera que fuéramos novios. Me llevaba a cenar, al cine y quería que hasta los domingos estuviéramos juntos, cosa que yo odiaba. Era un chico que lloraba por todo, muy romántico y eso me chocaba.

Siempre hacía planes. Un día me llevó a buscar una casa porque se iba a cambiar y cuando llegamos a ver una me dijo que si me gustaba esa sería donde viviríamos cuando nos casáramos ¡gulp!

Me pintaba una vida hermosa, llena de viajes, una casa hermosa, dinero... pero nada me animaba. Luego para rematar me insistía en que se moría por hijos y quería convencerme para tener uno, yo estaba decidida a no tener y discutíamos mucho por eso.

No sé si por quitármelo de encima o por cansancio decidí darle el sí. Pensé en ser su novia y se lo diría el día de mi cumpleaños.

Ese día, el 7 de diciembre 2004, fue por mi a mi chamba y me tapó los ojos con un paliacate. Yo me imaginé (sinceramente) que me llevaría a un motel o a un "chipanddale". Cuando llegamos escuché voces y me imaginé que haríamos un trío o algo así y me empecé a asustar.

Cuando me bajé del coche y me destapó los ojos a mi lado estaba mi hermano Arturo y su pareja y todos gritaron el famoso felicidades. Resulta que mi hermana, mi cuñada y él se había puesto de acuerdo para hacernos una fiesta sorpresa en un restaurante de comida japonesa. Ahí estuvieron los más allegados y hasta mi sobrinita adorada.

Todo iba bien, con más ganas tenía en mente darle el sí hasta que pasaron 2 cosas que me hicieron odiarlo. Primero, cuando cargué a mi sobrina me pidió que la bajara, que ya pronto tendría tiempo de cargar los propios, me cayó tan mal que ya no lo pelé en toda la noche, hacía lo posible por alejarme.

Segundo. Frente a todos me dio un regalo que era una cajita, por más que me hacía tonta para no abrirlo, él lo hizo. Era un anillo con un diamante, lo sacó y me lo puso en el dedo anular. Unas amigas que estaban gritando emocionadas me dijeron que me estaba pidiendo matrimonio y yo me hacía mensa, me quité el anillo y lo puse en el dedo índice. Él insistía que ahí no iba y mejor me lo quité.

Cuando nos fuimos de ahí nos dijeron que le seguirían en casa de mi hermano para una pachanga pero yo le pedí me llevará a la casa. Ahí le dije que jamás me volviera a buscar, que me había decepcionado que me quisiera comprometer a aceptarlo para casarme al dármelo delante de todos. Lloró muchísimo pero no había vuelta de hoja. Cuando alguien me decepciona es difícil que yo lo perdone.

No pasaron ni 20 días y él ya estaba presentándome a una novia con la que se casaría, al mes ya estaban encargando bebé.

Cuando me enteré toda la culpa que sentía por haberlo visto llorar desapareció, ahí me di cuenta que él solo buscaba una mujer que se saliera de trabajar para hacerle de comer, tenerle limpia su ropa y le diera un bebé.

Hace 2 meses me lo encontré y me vio con mi niña en brazos. Se acercó y me preguntó si era mía, cuando le contesté me dijo que se sentía dolido porque él realmente quería tener hijos conmigo y que le mintiera fue una gran ofensa que no podría perdarme nunca. Obvio me valió gorro pero le dije que hasta que la decisión de tener hijos nada más me corresponde a mí y que me operé para que nada más fuera una. Al menos me dijo que era una niña hermosa pero se retiro enojado.


Por cierto, ya pasaron muchos años y sigo con el anillo de compromiso, ¿debo regresárselo, regalarlo o empeñarlo?

viernes, 24 de junio de 2011

Kozmikid rockera


Siguiendo los pasos de sus apás :)

martes, 21 de junio de 2011

La casa de mi papá

Creo que fue mi mamá la que me comentó cuando tenía como 7 años que mi papá trabajaba en un lugar de radiocomunicaciones y que como estaba lejos de casa, tenía que quedarse a dormir ahí por semanas. Como no le entendía le pedí que me explicara, que me dijera qué hacía ahí, cómo era su oficina. Íbamos en el camión y me señaló una antena gigante y me dijo: mira, ahí es! volteé y en vez de ver una casa vi lo que saltaba a la vista y ya no pregunté mas. Cada vez que a lo lejos veía las famosas antenas les decía a mis amigos que ahí vivía mi papá y todos se reían.

En Matamoros debe haber muchas antenas pero ayer que no andaba tan despistada alcancé a ver una y recordé aquella vez. Sin dudarlo volví a hacerle el comentario a borrado: mira, ahí vive mi papá!, pero como ya sabe que me falta un tornillo, solamente se sonrió.


miércoles, 8 de junio de 2011

Dilema

Ya pronto se acerca el cumple número 1 de mi niña, bueno es hasta agosto, pero creo que si uno quiere festejar las cosas deberían ser ya. Mi dilema es que como jamás he hecho una fiesta para niños o para alguien más, no sé que debo hacer, si algo sencillito nada más para mi madre y mis hermanos o hacer algo para la familia en general.

Resulta que toda mi familia del gusto que les da saber que tuve una hija después de gritar a los 4 vientos que no tendría hijos todo el tiempo estan al pendiente de ella (cosa que agradezco y me hace feliz) y siempre me dicen o me hacen sentir que quieren estar con ella en un día tan especial aunque sea para comer pastel.

La neta yo tengo mucho miedo, no quiero asustar a mi niña con tanta cosa pero tampoco quiero quedar mal con alguno de mi familia o hacerlos menos. No sé que debo hacer!!!

¿Me recomiendan hacer fiesta en grande? ¿el primer año solo se festeja o pasa desapercibido porque los niños no entienden aún? ¿qué se hace de comer en esos casos? ¿debo comprar piñata? ¿debo invitar a todos o nomás los que me caen bien?

Lo más importante para mí es que mi hija sea feliz y demostrarle que la amo pero también me gusta mucho que mi familia la vea y la quiera tanto... me siento en un dilema, el tiempo pasa y no tengo nada claro para ese día.

Por mientras de que le pienso y me ayudan, les comparto las fotos de mi Sadie en la playa, su papá la llevó a conocerla el pasado fin de semana :)