jueves, 17 de diciembre de 2009

Sueños raros

Antier tuve una pesadilla.

Soñé que junto a unas amigas chilenas, Marce y Sofi se nos ocurría rentar unos trailers para ir a Liverpool y andar viajando por el mundo. Fuimos a un lugar, nos inscribimos y cada quién agarró su camión, así de fácil. Yo batallaba mucho a la hora de estacionarme, casi siempre se me olvidaba que tenía que poner el freno de mano porque sino se iba el mugre mastodonte. Una vez me bajé y un señor a toda velocidad se subió a ponerlo para que no fuera a causar un accidente. Nomás me vio feo y me regañó por lo mismo.
Vivíamos en un cuartito muy lindo las tres, solamente llegábamos a dormir y a cambiarnos, todos los vecinos nos conocían.

Otro día me volví a bajar después de estacionar el trailer y caminamos unas 3 cuadras cuando recordé que no había vuelto a poner el freno. Cuando quise regresarme me di cuenta que ya el camión estaba volteado cerca de una gasolinera y un señor quiso levantarlo (tonto, no?) y explotó en cuestión de segundos. Me quedé helada. Mis amigas y yo corrimos al cuarto y nos escondimos ahí. Yo trataba de calmarme pero no podía, tenía mucho miedo, afuera todo era un caos y se escuchaban los bomberos y a la gente buscando al dueño del trailer.

Marce y Sofi me dijeron que ya no vivirían más ahí, que les daba miedo y dejarían de viajar en trailer. Les supliqué que no dijeran que la que lo traía era yo, ya que había dado un nombre falso, Lulú. Me dijeron que no había problema.

Todo el día llegaban vecinos al cuarto, no me dejaban un solo momento, yo quería escaparme pero no me daban chance de nada. Hablaban de lo que le harían a la persona que ocasionó todo ese desastre, la cárcel era la única opción. Mi miedo era muy grande, no podía pensar en qué hacer y luego recordé que yo había firmado con mi verdadero nombre la inscripción, o más bien no recordaba si lo había puesto. Me bajé como pude a la estación de trailers a tratar de buscar esa hoja, pero solamente veía las de noviembre, ninguna de diciembre.

Antes de llegar ahí me encontré un pedacito de tronco que hablaba, estaba triste y me pedía que lo consolara, así fue como pude entrar para robarme la hoja (que no encontré) ya que ese tronquito distraía a la gente.

Regresé al cuarto y escuchaba en las noticias que la gente estaba buscando al asesino y cafre del trailer, que hasta podían lincharlo. Pensé en suicidarme, darme un balazo porque me daba pena caer a la cárcel o que la gente me hiciera daño. Y lo peor es que seguían cerca del departamento y no me dejaban ir.

Casi siempre puedo arreglar mi sueño, no sé como le hago para al final quedar como la heroína o para poder borrar que yo era la que manejaba el trailer. Esta vez no pude hacer nada, desperté hasta que me dieron ganas de ir al baño. Sentí un alivio porque ya me imaginaba presa y toda la cosa, eran las 6:41 de la mañana y nomás me tapé toda y ya no pude dormir los 20 minutos que me tomo antes de prepararme para hacer mis labores diarias.

Todo el día en la chamba me sentía rara, como con miedo. Se lo conté a varias personas y se burlaban de mí. Juro que me daba miedo acostarme y soñar lo mismo. Ya tenía muchísimo que no tenía pesadillas. .

Y no sé si sea cierto, pero ya me dijeron que no debo cenar tanto antes de dormir para evitar ese tipo de sueños tan feos.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Felicidades

A los camaradas rayados, una felicitación de todo corazón por el triunfo de esta temporada. Eran mis favoritos para llevarse el título porque a mi cuñado le tocó en la quiniela, además de que se la rifaron en los juegos.

martes, 8 de diciembre de 2009

¿Qué pasó esa noche?

El 8 de diciembre de 1981 mi papá llegó tarde de la escuela, se le veía triste y habló con mi mamá muy bajito. Pensé que hablaban sobre las vacaciones decembrinas o sobre el juguete que habíamos pedido para el 15.

Alcancé a escuchar sobre disparos y que alguien había salido herido Mi mamá prendió la tele y ahí decían que John había muerto. Vimos las noticias un buen rato. Luego mi papá la apagó y encendió el radio. En radio pantera y stereo Lobo pasaron su música toda la noche y mis papás se quedaron despiertos. Lloraban como si se les hubiera muerto un familiar. Creo que a mi papá no lo vi llorar ni en el funeral de mi abuelo. Mi papá decía que en realidad le habían disparado el 8 por la noche pero lo habían declarado muerto el 9, yo no entendía porque insistía con eso hasta que supe la relación que sentía Lennon con ese número.


Al día siguiente no fuimos a clases ni él a su trabajo. Nos quedamos a jugar turista y escuchar música de Los Beatles.

Yo me sentí muy triste. John me gustó desde que conocí los rostros de los beatles. Me gustaba su voz y tenía muchos recortes de él de las revistas que me traía mi papá de sus viajes. Por él comía cereal a todas horas y adopté el verde como uno de mis colores favoritos. Mi papá decía que también llegué a adoptar un poco su rebeldía. Yo había cumplido 9 años un día antes.


A esa edad llegué a pensar que ya estaba grande, que tal vez les dolía la forma en que murió, porque a esa edad, 40 años, ya había vivido y había hecho lo que había querido. Ayer cumplí 38 y siento que aún me falta un chorro por vivir. Qué cosas!

Una de mis canciones favoritas





John Lennon (1940-1980)

lunes, 7 de diciembre de 2009

Hoy es mi cumple

Y ellos me cantan el birthday y me ayudan a cortar el pastel. ¿qué más puedo pedir? Ahorita estoy en el mejor momento de mi vida: tengo trabajo, salud, amigos, a mi familia, al hombre que quiero. Bueno, sólo que Pumas se corone de nuevo campeón el año que viene :)







Pd.- comparto mi cumple con mi hermano Arturo, felicidades y gracias por ir a la casa el sábado.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Se acabo el gas

Para muchos es una noticia "x" pero para mi no. Justo este mes el gas de mi depa iba a cumplir un año, hoy justamente. Decidió acabarse un día antes de cumplir el año de que lo compré.

No piensen que no cocinaba. Con ese gas hice desayunos, almuerzos, comidas, cenas. Algunas veces calenté el agua porque mi boiler no funcionaba. Hice postres, pinté pantalones. Como mujer trabajadora que soy obviamente no siempre cociné, por lo regular los fines de semana como fuera o en casa de mi mamá, pero de que le di uso se lo di. Aún no sé porqué me duro tanto.

En fin, se me acabo ayer y ayer mismo lo volví a llenar. Anotaré el día para ver si esta vez sí tengo la suerte de prenderle velita.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Como yo te amo

Por casi dos años, cuando estaba en la primaria, me encantaban los viernes. No me importaba si había exámenes, si ese día nos lavarían los dientes con la mentada pasta que sabía tan feo o si nos vacunarían para alguna enfermedad rara. Ese día me valía cualquier cosa, todo gracias a la escuela de mi hermano Daniel.

Dani estudiaba en un kinder especial. Su problema de sordera no impidió que estudiara pero para entrar a una escuela normal tenía que asistir primero a una que estuviera de acuerdo con su discapacidad.

Esa escuela era tan divertida, no solamente les enseñaban lo que a todo niño en un preescolar sino que cada viernes los llevaban a un lugar cerca de las "quintas carolinas", en Chihuahua, a pasar toda la mañana. Al lugar que los llevaban era muy hermoso, rústico, tenía una casa muy linda y elegante, tipo hacienda con un jardín enorme, tan enorme que tenías que ir en coche o caballo para poder recorrerlo.

Atrás de la casa había una alberca y un chapoteadero. Para llegar ahí tenías que cruzar por un túnel hecho de puras enredaderas. Había viñedos, nogales, manzanas y bellotas. Ese día le permitían a los niños llevar a toda su familia. Nada más íbamos mi mamá y yo ya que mi papá estaba en el trabajo. Desde las 8 de la mañana ya tenía puesto mi traje de baño y mis chanclas, o creo que desde la noche anterior.

Los niños al llegar limpiaban el lugar, se preparaban de desayunar y recogían todo el tiradero que hacían. Ellos solitos hacían huevos estrellados y jamón frito, todo bajo la vigilancia de las maestras. Me sorprendía que niñas de 5 años ya andaban cocinando y yo ni siquiera sabía lavar trastes. Nos preparaban el desayuno a todos y cuando terminábamos salíamos a correr al jardín.

Preparaban juegos como los quemados, saltar la cuerda o esconder listones de colores en los árboles. Los niños buscaban su color favorito y se ganaban un premio, obviamente nosotros también participábamos, pero nos ponían una especie de audífonos en los oídos para que no tuviéramos ventaja sobre ellos.

Mi hermano le tocaba sentarse en una sillita y una mesita roja, no sé si él lo decidió o fue al azar, pero en la casa cuando jugábamos al turista escogía siempre el avión de ese color, imagino que era su favorito. Y hasta la fecha.

La hora para meternos a la alberca se me hacía eterna. Nomás nos dejaban entrar una hora y media. Jugaba con los hermanitos de los compañeros de mi hermano, ellos si escuchaban y platícabamos sobre ellos: descubrí que mi hermano tenía novia, era Karla, una compañerita muy bonita pero muy consentida.

La hora de retirarnos se me hacía que llegaba muy rápido. Siempre nos íbamos a la 1 porque yo entraba a las 2 a la primaria y tenía que llegar a bañarme y cambiarme para no faltar. Muchas veces quise decirle a mi mamá que no importaba si no iba pero conociéndola, después de reírse de mi comentario, me hubiera dado una nalgada y mejor me quedaba callada, total! para que entorpecer un momento tan lindo.

El chofer de la escuela nos llevaba a la casa y siempre pero siempre traía canciones de Raphael en su radio, no sé si era la hora especial o si traía cassettes (no sé si ya se habían inventado XD)mi mamá fascinada porque era su ídolo y a mi me daba igual.

Ahora siempre que escucho la rola de Raphael ni me pongo romántica, ni pienso en algún novio. Me viene a la mente los viernes tan lindos que pasé en esa hacienda al lado de mi mamá y mi hermano.

Chihuahua! como desearía poder regresar el tiempo.