miércoles, 31 de marzo de 2010

¿Seguritos?


Con las únicas embarazadas que he convivido más cercanamente han sido con mi mamá y mi hermana. A la primera no le ponía atención en sus cuidados porque yo estaba más chica y andaba en mis rollos y con la segunda pues la neta como jamás pensé vivir la experiencia de la maternidad no escuchaba los consejos que todo mundo le daba.

Últimamente me han dicho tantas cosas que no sé si sean verdad o simples mitos. Siempre me dicen que no me quede con antojo de nada que porque la niña nacerá con cara de dicho antojo. El sábado que fui a visitar a mi cuñada una señora me dijo que le pusiera una cruz con mi saliva a su hija porque sino la niña la pasaría toda la noche pujando, pensé que era broma, pero no me dejó ir hasta que le escupiera a la pobrecita.

Pero ayer que había luna llena una vecina me dijo que me colgara una moneda o me pusiera un "segurito" cerca de mi panza o cualquier parte de mi cuerpo. Más tarde borrado me llama y angustiado me dice que hay luna llena, que porfavor me ponga un broche o lo que sea de metal porque "no vaya a ser la de malas". Ninguno de los dos me dijo que sinificado tiene que me cuelgue ese objeto, pero de todas formas lo hice. De hecho hoy traigo un vestidito que requería de segurito porque si no se me ve todo el asunto y mi noviecito me felicitó por, ahora sí, hacer caso a sus recomendaciones.

¿Son mitos nada más? ¿son supersticiones? ¿alguna vez escucharon esto de los seguritos en luna llena? ¿lo hago o no lo hago? ¿qué sucede si no lo hago?. Me parece muy gracioso, la neta no pensé que esto del embarazo me trajera tantos consejos rarísimos que cuando digo de broma que no los haré la gente me pone chicos ojotes que mejor lo hago para no molestarlos.


pd.-Quiero agradecer a áquellos que como siempre tan lindos se preocuparon por mi sobre todo a Pherro y NTQVCA, un abrazo. Quiero decirles que todo bien, solamente caí en un pequeño "bachecito", "un lapsus brutus" pero ya pasó.

lunes, 22 de marzo de 2010

Resulta que no es frijol

Hace un mes fuimos al ginecólogo y nos dijo que estaba casi seguro que era niño porque se alcanzaba a ver algo ahí. Un ligero barrito, muy pequeñito que lo hacía pensar que sería varón, pero que mejor en 30 días más nos aseguraba. Entonces decidimos llamarlo Bruno y todo el mes lo fue.

El sábado que fuimos a la siguiente cita nos dijo que era niña, que ahora estaba segurísimo en un 100% que es hembrita y nos enseñó su "hamburguesita". Se veía que le daba pena al médico, como que pensaba que estábamos aferrados a tener un niño. Yo no he comprado aún nada para el bebé (por ese lado estoy tranquila de no haber hecho gasto en vano) más bien estoy ahorrando para que, hasta que salga de mi vientre, se lance mi familia a comprarle ropa, además aún nadie le ha regalado cositas de algún color en especial. Si les soy sincera la idea de tener una niña me emocionó hasta las lágrimas pero, ¿debo esperar para estar segura o ésta es la vencida? ¿suele pasar que se equivocan los doctores al decir el sexo del bebé?

Yo estoy feliz porque sea niño o niña será recibido de igual manera ya que es el primer y último bebé que tendré. Además su playera puma la usará no importando el sexo. Mi sobrina está feliz porque es la única nieta y ya quiere que haya niñas para jugar con ellas. En todo eso estamos bien, ahora lo único que me trae vuelta loca es decidir cuál nombre de mujer llevará ya que sí era niño borrado escogía y si era niña pues yo, y de todas las opciones que tengo ninguna les gusta.

Feliz inicio de semana :)

viernes, 19 de marzo de 2010

Foto vieja... y yo también.


Imagino que teníamos menos del año porque mi hermano Arturo todavía no se sostenía solo, aunque dicen las malas lenguas que yo aprendí a caminar primero. Desde ahí se puede apreciar mi gusto por las "mañanitas" dice mi mamá que no me quería quitar esa que era una roja que me regaló mi abuelita (no se aprecia el color pero es por lo antigüo de la fotito). Ahora tengo de todos colores y todos sabores, pero solamente uso 2 negras que hasta descosidas las tengo porque me las pongo casi diario.
Mi mamá está detrás de mí y mi tía Irma, hermana de mi papá, tomando de la mano a mi cuatazo del alma. Es en ciudad Madero. Estaban bien chavitas, me parece mi mamá tenía unos 16 años y mi tía unos 14, aunque se ven de más de edad...
Tiempos aquellos.

jueves, 18 de marzo de 2010

amigos imaginarios

Cuando mi sobrina tenía 2 años tenía una amiguita imaginaria. Pero no era una niña que andaba circulando por la casa sino que era mi mano. Un día se me ocurrió cerrar mi mano en un puño y moverla al despedirme de ella, entonces le dije que mi mano le decía adiós. Se vio que le dio mucha ternura.

Yo vivía con mi mamá en ese tiempo y ella se la pasaba conmigo cuando llegaba de la chamba. Me pedía que le prestara la mano y se ponían a platicar. Había veces que yo me embobaba con la tele y la niña se entusiasmaba tanto con mi mano que hasta al baño quería llevársela. Dormíamos juntas nomás para que pudiera arropar a mi mano. Nunca me enfadó esa situación pero a su mamá le caía tan mal que si nos veía jugando así la castigaba y ya no nos dejaba estar juntas.

Un día vio al mentado "compayito" y se alucinó. Juraba que mi mano tenía vida y en verdad interactuaba con ella. Menos le pudieron quitar la maña.

No sé en qué momento se acabó el juego. Un día simplemente ya no le llamó la atención , tal vez cuando entró a la escuela e hizo amiguitas de verdad o cuando llegó su hermanito a este mundo.

Yo tuve 2 amigos imaginarios, pero nada más aparecían cuando salía de viaje a visitar a mi hermano Arturo. Nada más me subía al camión , me asomaba por la ventana y los veía. De Chihuahua a Matamoros se hacían 18 horas, entonces yo me divertía mucho viéndolos correr a un lado del camión. Siempre que había charcos se detenían a echarse un chapuzón (esto en tiempo de calor) Les gustaba mecerse en los cables de la luz y saltar en las tumbas de los pateones de los ranchitos.

Cuando se quedaban cortando flores abría la ventana y los observaba. Recuerdo que me mi hermano Daniel me decía que estaba loca porque él no veía a nadie. Mi mamá nunca me dijo nada.

Dejé de verlos como a los 14 justo cuando Arturo regresó a vivir con nosotros. Ahora viajábamos con mi papá en coche y me la pasaba dormida en el trayecto. Ahora que viajo trato de imaginarlos pero no aparece nada, ya no los veo.

El fin de semana le dijimos a mi Diego que mi mano hablaba y que Andrea platicaba con ella. El niño tiene 2 años, la misma edad que la niña tenía cuando se imaginó éso que que ya les conté. Diego nos vio, agarró un palo de escoba y nos persiguió por todo el patio y olvidamos el asunto. ¿Será que Diego es un amargado o simplemente no todos los niños creen en los amiguitos imaginarios?

viernes, 12 de marzo de 2010

Adivina que tengo en la panza

Ayer caminé por la zona peatonal de mi ciudad. Salí a buscar un cargador para mi celular porque el mío lo perdí.

Caminaba plácidamente disfrutando de unas palomitas con vinagre y un vasito de agua de limón. A lo lejos vi una señora con falda larga de colores, blusa escotada y hartos collares. Se vino directito a mí y me dijo que me podía leer mi futuro por 30 pesos. Obviamente no creo en esas cosas y le dije que no, pero me siguió. Fue tal su insistencia y su choro contándome que no tenía para comer que se me hizo fácil decirle que aceptaba, ¿qué podía pasar? ¿reírme un rato? pues con tantas cosas que han pasado en la ciudad hace falta ya un poco de diversión y le di sus 30 morlacos.

Dejé mis chucherías en el piso y me vio la mano. Se quedó mucho rato en silencio y me dijo: vas a tener un hijo.

Oh! ¿entonces tendré un varoncito?-pregunté feliz

-Eso no te lo puedo contestar, lo único que puedo decirte es que tendrás una cría-

Me soltó la mano y se alejó. Me quedé con cara de what?, volteé hacia arriba para ver si no había cámaras escondidas o si mis hermanos me estaban jugando una broma, pero no, nadie salió a decirme que sonriera. Sentí entre pena y coraje. La señora se alejó con una caminata que ya la quisieran muchos marchistas de México. Yo solamente levanté mis palomitas y mi agua del piso y me fui.

Sé que no es mucho dinero, pero era mi dinero y como quien dice, lo regalé por nada.

Consejo: No se dejan leer la mano por nadie o mejor dicho no hay que pagar por adelantado por un servicio que no te han hecho.

martes, 9 de marzo de 2010

Payasito de mi tele

Cuando llegamos a vivir a la ciudad de Chihuahua mis papás no tenían lana y compraron sólo lo indispensable para pasarla mientras venían tiempos mejores. No nos podíamos dar el lujo de tener sala o comedor mucho menos una tele. Dice mi mamá que teníamos unas sillas que nos prestaron, una mesita, su cama y un colchón de espuma que metían en el ropero vacío que hacía de mi cuarto.

Tenía unos cuatro o cinco años cuando nos cambiamos a una casa en la calle 31. Era una vecindad muy bonita, ahí solamente vivían 3 familias. Había un pasillo que se me hacía enorme para llegar a mi casa. Tenía que pasar por las casas de los vecinos para llegar hasta ahí.

La primer noche mi papá nos llevó a la tienda a comprar mortadela, pan fránces y leche. Eran las 8 de la noche y una vecinita que nos vio pasar me dijo que si no quería ver al chavo. Ni recuerdo si mi papá me dio permiso para ir. Ahí supe que se llamaba Alejandrina, pero le decían Jani. Fue mi primer amiguita, ya he platicado de ella aquí.

Pasaron los días y siempre me pedía que fuera a su casa, pero mi papá y mi mamá no me dejaban que porque podía caer gorda de andar ahí todo el día. Pero un domingo muy temprano que salimos a comprar algo para el desayuno nos abordó una señora, Rosa, la mamá de jani y le dijo a mi mamá que me permitiera ver un ratito la tele, que ya sabían que no teníamos una y que su hija se la pasaba siempre solita. Terminando el desayuno fui.

Vi a Chabelo y se me hizo muy divertido, pero en el intermedio salió un payasito, cepillín. Me fascinó todo él y cuando regresé a casa le pedí a mi papá que comprara una tele. No sé en realidad si la compró o se la prestaron, pero en la semana ahí teníamos una tele pequeñita a blanco y negro.

Todas las tardes que regresaba del kinder veía a cepillín. Con él me enseñé a pintar, a dibujar y hasta hacer firmas, ya que él pedía que le enviaran como querían que quedará su firma para cuando diera autógrafos y yo hice muchas, pero nunca las envié.

Mi amor por cepillín no era cualquier tipo de amor. Yo sentía que era amor verdadero. Lo veía y me parecía guapísimo y decidí casarme con él. Cuando se lo platiqué a mi mamá me dijo que cepillín no era realmente así, que él se pintaba para hacer reír a los niños pero que luego se quitaba la pintura y era realmente horrible. Pero a mi no se me fue la idea de la cabeza. No me perdí sus programas ni en los que salía como invitado. Y mucho menos dejé de verlo cuando lo vi cantando "en el bosque de la china". Siempre desde niña me han dicho que soy hija de chinos (como burla) y sentía que me dedicaba esa canción.

Mi mamá viajó varias veces a México para ver si podían operar a mi hermano del oído. Me dejaban siempre con amigos o con vecinos. Yo le pedía que si veía a cepillín le dijera de mi propuesta y que por favor me mandara una foto de él con y sin pintura. Nunca me la envió, pero mi mamá siempre llegaba con monitos de papel o de plástico duro con la figura de cepillín. Yo me volvía loca de gusto. Pensaba realmente que él me los enviaba.

Cuando salió el circo de cepillín se volvió una obsesión para mí ir a verlo. Pero jamás tuve la oportunidad, al menos de niña no. Cuando me tocó vivir con mi abuela, ya tenía yo 12 años, mi hermano Daniel me contó que lo llevaron al circo y cepillín se sentó en sus piernas, no le creí. Mi mamá me lo confirmó. La neta me dio mucho coraje con ellos pero ahora me dice mi mamá que sentían que si me llevaban se me iba a acabar la ilusión porque cepillín está horrible.

Pasaron muchos años y dejé de verlo en pantalla, pero siempre pensaba en él, buscaba fotos por internet para imprimirlas y ponerlas en un álbum que tengo con recortes de él. Aquí en Matamoros vive la suegra de él y tuve la oportunidad de ir a la casa. Ahí había fotos de él el día de su boda, sin pintura. Se me hizo hermoso y mi amor por él no cambió.

En el 2005 vino a Matamoros el circo de cepillín. Yo no podía creerlo, pensaba que tal vez era un imitador. Me cercioré que fuera él y compré 3 boletos, para mi hermana, mi sobrina y obvio para mi. Llegamos al circo 1 hora antes. No había nadie, yo pensé que por ser cepillín estaría hasta el chongo de gente, pero no.

Por dentro era un circo muy rústico, las gradas se veían más viejas que nada y los payasos, magos, malabaristas y vendedores de palomitas, eran las mismas personas. Mi hermana y mi sobrina estaban aburridísimas...pero apareció cepillín.

Al verlo me puse a llorar, se me salieron las lágrimas y mi hermana nomás me calmaba. Me daba coraje que por lo mismo de mi llanto no podía verlo bien. Me sabía todas las canciones, pero no nada más yo, todas las mamás ahí presentes con sus hijos las coreaban también. Luego cepillín pidió que llevaran a los niños a sentarse ahí cerca de él para un juego. Mi hermana se levantó y llevó a la niña. Ahí la dejo y luego me dijo que fuera yo por ella cuando terminara el juego. Pero me valió y me fui antes. Me puse tan nerviosa que nomás tomé a la niña de la mano y me la llevé a nuestro lugar.

No podía dejar de verlo, ni comí palomitas ni semillitas ni nada. El espectáculo terminó muy rápido. Él se veía igualito que antes, tan guapo y tan flaco. Al terminar dijo que si deseábamos una foto podíamos pasar a la parte de atrás del circo, ahí estarían él y su hijo. La fila tampoco era mucha y en un dos por tres ya estábamos ahí con él. Me quedé muda, no dije nada. Mi hermana cuenta que no hacía más que verlo y aunque cepillín preguntaba cosas no atiné a contestar nada coherente. Él tomó a mi sobrina pero mi hermana alcanzó a decirle:

"Cepillín, mi hija no es la que quiere la foto, más bien es mi hermana que desde los 5 años está profundamente enamorada de ti, al grado de querer casarse contigo. No hace más que hablar de ti siempre y buscar tus videos porque le encantas y la verdad ya nos tiene fastidiados con tanta obsesión". Cepillín solamente sonrió y dijo que yo era una muchacha tan bonita que no podía fijarse en alguien tan feo como él. Dice mi hermana que Cepi, el hijo de él estaba en la carcajada y le preguntaba si yo estaba enferma o si tenía retraso. Pero no crean que me fui sin decirle nada, no, lo único que alcancé a preguntarle fue: ¿puedo tocarte el cabello? Se quitó la gorra y me dio permiso. Aunque ya no tiene mucho el poco que le queda es delgadito y sedoso.

Cuando nos despedimos me dio un beso que abarco la mitad de mi boca y mi mejilla. Me pintó con su maquillaje y así me fui a cenar y luego a casa de mi mamá. Ya cuando pude hablar normal me di cuenta que me quería casar con él, que no lo quería dejar ir de Matamoros, pero pues ya no podía ponerme a decir esas cosas porque ahora sí se burlarían grueso en mi casa.

En la foto salgo abrazando a cepillín y viéndolo, igualito así como Diego mi sobrino veía a Karen. Pero yo sí me veo como una estúpida por que hasta la boca tengo abierta. Esa foto se perdió misteriosamente cuando la mamá de mi ex vivió con nosotros. No sé si la rompió o la tiro pero el recuerdo lo tengo tan clarito que no me importa lo que haya hecho con ella.

Hace 2 semanas en cable pusieron el canal "clásico tv" y los viernes sale ese programa que yo veía. Justo a las 6 así que saliendo de la chamba no hago otra cosa más que correr a mi casa y verlo. Borrado a intentado llevarme a cenar para que no lo vea, pero al final cede y aunque no lo ve conmigo, me acompaña hasta que se acabe el programa. Y se los confieso, aún tengo la esperanza de que se divorcie, venga a Matamoros a dar otra función y ahora sí, haciendo a un lado mi emoción, declararle mi amor.

lunes, 8 de marzo de 2010

Y empezaron las vibraciones cósmicas

Hoy desperté con unas vibraciones medio extrañas en mi estómago, pensé que eran las tripas o que algo me había caído mal, pero fui al baño y nada. Me bañé, desayuné y no se iban. Manejé hasta mi chamba y seguían. Hace unos momentos decidí llamarle al médico para preguntarle si son normales y me dijo que esas vibraciones si no duelen es porque el frijolín se está moviendo. Que estoy en el cuarto mes y apartir de ya empezaré a sentir sus movimientos, ahorita muy leves, al rato más claros.

Es una sensación muy muy extraña que de repente asusta, pero a la vez muy hermosa porque ya sé qué es.


Bonito inicio de semana y feliz día de la mujer a todas mis camaradas :)

jueves, 4 de marzo de 2010

"Fiestas charras"

A pesar de como estan los días en la república y más en algunos estados del norte sobre la violencia y rumores de toques de queda, la semana pasada se vivió fiesta en mi pueblo. Desde el domingo se inauguró el tradicional festejo del "charro day´s", no sé porque lo dicen en inglés si bien podríamos decir que es día del charro, pero como todo lo hacemos para tener contentos a los vecinos pues nos aguantamos y le decimos así.

Todo esto inicia con un saludo entre el alcalde de Matamoros y el de Brownsville en la división del puente que nos divide. Del otro lado todo mundo, o al menos los que viven ahí cruzando se visten a la mexicana y ofrecen muchas ofertas en las tiendas. Algunas vez fui cuando vivía mi papá y algunas personas abren las puertas de sus casas y te regalan tacos, tortas, tostadas y pozole. Y no puedo decirles si todavía es así porque ya no voy para allá. Aquí en cambio no se ven muchos arreglos en la ciudad más que en el centro histórico.

En la plaza se ponen puestecitos donde te venden desde sombreros y botas hasta comidas típicas del D.F. o Veracruz. Todos los días hay eventos, a los cuales no pude asistir por lo mismo de los rumores que se venían propagando. Pero el sábado me llevé a mi mamá y sobrinitos para que disfrutaran de algunas chucherías y comida chatarra. Para sorpresa nuestra se nos atravesó un desfile con bailables típicos,bandas de las escuelas, muestras de coches, motos y la visita del "mr. amigo" que en esta ocasión fue un señor que se llama Vicente Fernández hijo y que según sé, canta ranchero como su papá.

Nos aventamos todo el dichoso desfile. Mis sobrinitos estaban fascinados y yo cansadísima. Apesar que no tengo una panzototota, me canso de volada. Cuando por fin terminó ya ni nos quedaron ganas de caminar por la plaza, aun así nos lanzamos y dimos una sola vuelta casi corriendo y lo único que compramos fue un agua de limón y un botecito con jabón que dizque para echar bombas.

De todas formas tomé fotos, esto cuando yo todavía andaba de buen humor porque pensé que el desfile ya tenía rato, pero nada, acababa de empezar.










martes, 2 de marzo de 2010

Mi problema con los camiones.

Los camiones en Matamoros no me han traído buenas experiencias. De por sí no me gusta para nada subirme en ellos porque aquí son unas combis en las cuales caben muy pocas personas, entonces, o vas sentada viendo fijamente a la persona que va frente de ti, cara a cara o vas parada recibiendo cada roce de cuerpos no muy atractivos que digamos. Y de taxis ni hablamos, son tan caros que mejor ahorras esa lana y te compras un coche.

En las otras ciudades que viví por lo regular la escuela y los centros comerciales me quedaban muy cerca de la casa así que no había necesidad de andar en camión. O sí de plano teníamos que ir al cine o a los parques pues mi mamá iba conmigo y no había bronca. O como en Tampico bien padre porque ahí utilizan coches entonces llegas más rápido y vas más cómodo.

En nayarit teníamos chofer que nos llevaba a la prepa, así que no sabíamos ni qué onda ahí con los camiones, hasta que se nos ocurrió decirle a mi papá que mejor no nos mandara en coche, sino que nos diera la oportunidad de andar en colectivos como todos los compañeros de la escuela, ya que cuando llegaban por nosotros nos decían niños "popis" o se la pasaban pidiéndonos dinero.

La primera vez que nos fuimos en camión fue a la fiesta de fin de curso por fiestas decembrinas. Mi hermano Arturo y yo nos subimos muy chuchos y cuando faltaban unas cuadras para llegar a la escuela no nos poníamos de acuerdo para tocar la cuerda que traen los camiones para avisar que teníamos que bajar en esa esquina. Estuvimos discutiendo tanto en ver en quien lo haría cuando mejor optamos por esperar a que alguien más se levantara a tocar el timbre. Nadie lo hizo.

Se nos pasó la bajada de la escuela pero pensamos que obviamente alguien en las siguiente parada de autobús se tendría que bajar...pero nada. Pasaron cuadras y cuadras y nadie se bajaba. Hasta que atravesamos unas 2 colonias a una señora se le ocurrió tocar el timbre. Ahí aprovechamos y tuvimos que caminar tanto que nuestro peinadazo ochentero sufrió porque hacía un calor de los mil demonios. El regreso a casa después de la fiesta lo hicimos a pie.

Esto ni Arturo ni yo lo contamos, nos da tanta pena porque muchos pensaran que somos sangrones, pero no, en verdad nos daba pánico pedir la bajada.

Aquí en Mata me ha pasado tantas cosas que a mis hermanos ya les da cosa ir conmigo cuando de plano tengo que andar en camiones porque mi camioneta está en el taller.

-A las peseras se les han salido las llantas (literalmente las ves volando)

-Se les han caído las llantas (tipo caricatura las 4 llantas se les zafan y quedamos con el piso de la pesera en el suelo)

-La señora que va enfrente me ha buscado pleito porque piensa que la estoy criticando por verla tanto, al grado que me han bajado de la pesera.

-Me han acusado de carterista tan sólo porque mi mano rozó la bolsa de alguna vieja argüendera.

-Me he equivocado al tomar la pesera y me han llevado a lugares que dan miedo.

- Como algunos tubos para agarrarse me quedan tan altos cuando la pesera da vuelta me quedo colgando como banderita.

-Al subir voy tan despacio y el chofer le da tan aprisa que me he ido hasta atrás en una carrera y quedo arriba de todo mundo.

-Una vez por querer darle monedas a un ciego que cantaba el camión avanzó tan rápido que quedé como mosca aplastada en el parabrisas.

-He pisado mi falda larguísima al subir los escalones y me he quedado en puros chones.

-Una vez en vez de decir "bajan en la esquina" dije "buenas en la esquina"

Así que por eso no me subo a las peseras o camiones de aquí, prefiero dar una caminadita o caminadota antes de pasar otro ridículo o metida de pata.