martes, 2 de marzo de 2010

Mi problema con los camiones.

Los camiones en Matamoros no me han traído buenas experiencias. De por sí no me gusta para nada subirme en ellos porque aquí son unas combis en las cuales caben muy pocas personas, entonces, o vas sentada viendo fijamente a la persona que va frente de ti, cara a cara o vas parada recibiendo cada roce de cuerpos no muy atractivos que digamos. Y de taxis ni hablamos, son tan caros que mejor ahorras esa lana y te compras un coche.

En las otras ciudades que viví por lo regular la escuela y los centros comerciales me quedaban muy cerca de la casa así que no había necesidad de andar en camión. O sí de plano teníamos que ir al cine o a los parques pues mi mamá iba conmigo y no había bronca. O como en Tampico bien padre porque ahí utilizan coches entonces llegas más rápido y vas más cómodo.

En nayarit teníamos chofer que nos llevaba a la prepa, así que no sabíamos ni qué onda ahí con los camiones, hasta que se nos ocurrió decirle a mi papá que mejor no nos mandara en coche, sino que nos diera la oportunidad de andar en colectivos como todos los compañeros de la escuela, ya que cuando llegaban por nosotros nos decían niños "popis" o se la pasaban pidiéndonos dinero.

La primera vez que nos fuimos en camión fue a la fiesta de fin de curso por fiestas decembrinas. Mi hermano Arturo y yo nos subimos muy chuchos y cuando faltaban unas cuadras para llegar a la escuela no nos poníamos de acuerdo para tocar la cuerda que traen los camiones para avisar que teníamos que bajar en esa esquina. Estuvimos discutiendo tanto en ver en quien lo haría cuando mejor optamos por esperar a que alguien más se levantara a tocar el timbre. Nadie lo hizo.

Se nos pasó la bajada de la escuela pero pensamos que obviamente alguien en las siguiente parada de autobús se tendría que bajar...pero nada. Pasaron cuadras y cuadras y nadie se bajaba. Hasta que atravesamos unas 2 colonias a una señora se le ocurrió tocar el timbre. Ahí aprovechamos y tuvimos que caminar tanto que nuestro peinadazo ochentero sufrió porque hacía un calor de los mil demonios. El regreso a casa después de la fiesta lo hicimos a pie.

Esto ni Arturo ni yo lo contamos, nos da tanta pena porque muchos pensaran que somos sangrones, pero no, en verdad nos daba pánico pedir la bajada.

Aquí en Mata me ha pasado tantas cosas que a mis hermanos ya les da cosa ir conmigo cuando de plano tengo que andar en camiones porque mi camioneta está en el taller.

-A las peseras se les han salido las llantas (literalmente las ves volando)

-Se les han caído las llantas (tipo caricatura las 4 llantas se les zafan y quedamos con el piso de la pesera en el suelo)

-La señora que va enfrente me ha buscado pleito porque piensa que la estoy criticando por verla tanto, al grado que me han bajado de la pesera.

-Me han acusado de carterista tan sólo porque mi mano rozó la bolsa de alguna vieja argüendera.

-Me he equivocado al tomar la pesera y me han llevado a lugares que dan miedo.

- Como algunos tubos para agarrarse me quedan tan altos cuando la pesera da vuelta me quedo colgando como banderita.

-Al subir voy tan despacio y el chofer le da tan aprisa que me he ido hasta atrás en una carrera y quedo arriba de todo mundo.

-Una vez por querer darle monedas a un ciego que cantaba el camión avanzó tan rápido que quedé como mosca aplastada en el parabrisas.

-He pisado mi falda larguísima al subir los escalones y me he quedado en puros chones.

-Una vez en vez de decir "bajan en la esquina" dije "buenas en la esquina"

Así que por eso no me subo a las peseras o camiones de aquí, prefiero dar una caminadita o caminadota antes de pasar otro ridículo o metida de pata.

5 comentarios:

la MaLquEridA dijo...

Como me he reido con tu post.

Eso de que les dió pena pedir la parada está de risa loca.

Luego todas las peripecias que has pasado con razón prefieres caminar.

Me he reido mucho.


Saludos.

Unknown dijo...

¿Qué onda?
Este post esta bien cura, no pude evitar imaginarme cada una de las situaciones que describes y ya me duele el estómago de tanta risa. Ahora menos te subas, no vaya a mallugarse BB.
Cuídate.

Kózmica dijo...

Malque:

Lo que pasa es que en el fondo éramos unos tajuaros bajados del cerro a tamborazos...mira que darnos pena por pedir la bajada. Anduvimos mucho tiempo a pie hasta que nos hicimos amigos de unos chavos que vivían por la casa XD


Pherro:
Ahora trato de andar con mi camioneta para todos lados o el papá del frijolín me da aventón cuando tengo flojera manejar. Pero de que soy todo un caso, lo soy.

Saludos!

Anónimo dijo...

¿buenas en la esquina? ¿pues que estabas pensando? A mi tampoco me gusta andar en peceras, pero no queda de otra!

saludos!

NTQVCA dijo...

Pobrecita, me dio tanta risa imaginandome todo!
Una vez tenía mucha gripa y no pocía hablar, asi que elegí las palabras para que no se me notaran mis mocos, le dije al chofer, "se cobra por favor" y me pregunto "¿Cuantos?" no tuve más remedio que contestar: "UDO"