lunes, 24 de enero de 2011

Cuando un amigo se va

El único perrito que he tenido llegó un enero del 2000. Era un shnauzer enano hermoso, negro y muy inteligente. Me gustó desde que lo ví. Una chava del lugar en que yo trabajaba los estaba regalando y como la casa de mi mamá siempre ha tenido un patio enorme, decidí llevármelo y cuidar de el. Mi novio de ése entonces y yo le pusimos el nombre de "muerte", todo por una canción de illya kuriaki.

Lo cuidamos entre los dos y ése mismo año terminamos pero aún sí seguimos cuidándolo juntos por 4 años más. Llegó el tiempo de separarnos y tuvimos que decidir con quien se quedaría a vivir. Juanjo lo cuidaba todo el día porque yo trabajaba en un periódico por las mañanas y aveces en las tardes y como él es músico, solamente trabajaba viernes y sábados, estaban super acostumbrados juntos. No fue tan difícil saber con quien viviría. Como la amistad no terminó bien estuvimos mucho tiempo separados, no sabía nada de muerte más que por mi hermano que me daba noticias de vez en cuando, hasta el año pasado que nos reencontramos y renovamos la amistad. Ahí Juanjo me platicó cómo era muerte ahora, me enseñó fotos y pude estar en contacto con él, al menos por pláticas y por facebook.

Pasó lo de mi embarazo y mi bebé ocupó todo mi tiempo libre, aunque me prometí a mi misma visitar a muerte y llevar a Sadie para que convivieran no se me hizo posible. Muerte murió el 18 de enero, aún no sé las causas pero sé que ya lo mandó cremar a Monterrey.

La noticia recién me la dio mi hermano ayer y de una forma que me cayó como un balde de agua helada, no supe como reaccionar hasta que estuve sola en mi depa. Ahí me cayó el veinte y me sentí culpable por dejárselo a mi amigo, por no visitarlo, por esperar a que mi niña tuviera más edad para presentarlos, en fin, puedo decir mil cosas, pero luego entendí que así se siente cuando un amigo se muere, porque aunque no lo tuve tan presente estos últimos años, fue mi primer perro, al primero que yo cuidé y con el que salía a pasear en el coche, el que comía de mi boca (literalmente) el que dormía con nosotros en la cama, al que le disparábamos con la mano como si fuera una pistola y fingía morir, y aunque tuviera una galleta frente a el no se levantaba hasta que le diéramos la señal. Me di cuenta que muerte es el único perro que tuve, que quise y que tendré.


6 comentarios:

Unknown dijo...

¿Y yo que soy?
Quizás no sea tu amigo, pero soy un pherro.
Ya en serio, mala onda lo de Muerte, pero no digas que será el único, seguro habrá otro cachorrito al que le podrás dar tu afecto y cuidados, cuando KozmicKid tenga unos añitos más, de seguro te va a pedir un perrito. En fin.
Un abrazo de pherro leal, a las dos Chicas Kózmicas; cuídate, luego nos leemos.

Kózmica dijo...

jajaja qué risa me diste con ese de que eres pherro, se me olvidaba por aquello de la "h" muda jaja.

Fue muy triste y mira si hasta ahorita no he adoptado un perro y regresé los gatitos que tuve por un rato era por lo mismo del miedo a perderlos, pero bien dices, mejor no digo nada porque al rato la kozmikid me pedirá un cachorro y ahí si a complacerla.

Saludos!

David Lepe dijo...

mi más sentido pésame.
Mi perro se nos fue el año pasado, tenía 15 años de edad.
Es durísimo

Gerardo Taker dijo...

Que mala onda lo de tu perro (perro de Juango, de los 2, como sea). La verdad las mascotas siempre se convierten en uno más de la familia.

Hace poco, el 7 de diciembre murió uno de mis gatos, mismo que teníamos en casa desde que nació en 1993. Imaginarás lo que todos sentimos, fueron casi 18 años con 'Peluche' y duele como si fuera una persona.

Ahora, me parece que no debes sentirte culpable de nada, supongo que cuando estuviste con él, le diste todo.

Saludos!

la MaLquEridA dijo...

ojalá que no sea el último. Yo no quería a los perros y ahora veme cuidando a dos chihuahuas tan nerviosos como yo y no me arrepiento.

Ojalá adoptes uno, siempre hay perritos necesitados y son muy agradecidos.


Besos.

glass ♥ dijo...

AAy no Vero... Qué tristeza. =(
La muerte de un amigo, fiel y cariñoso cómo duele. Yo sigo llorando la muerte de mi Yoya.

Ánimo Vero, ya estarán brincando sobre las nubes, Muerte y Yoya. =)