miércoles, 20 de noviembre de 2013

And I love her...




Hace días me di cuenta que el miedo me convierte en Hulk. Mi hija dejó de comer por 3 días. No probaba ni el más pequeño de los bocados y yo pensé que era porque días antes se había atragantado con unas gomitas y le daba miedo pasar la comida.

Andaba de malhumor y muy seria, obviamente desde el primer día la llevé al médico pero convencida que era "chiflazón" suya. El médico no vio nada anormal pero de todas formas le recetó antibiótico por si traía alguna infección, aunque no se le veía nada.

Pasados los 3 días y dándole de comer a punta de pistola, me di cuenta que al hacerlo masticaba raro, como viejita, con toda la comida en los dientes de enfrente. Luego sus manos todo el tiempo tocando la boca, como las anoréxicas. Mi miedo se convertía en rabia y al no saber qué hacer, la sarandeaba para que entendiera que si no comía se iba a morir, pero ni así.

Al cuarto día, con toda la calma del mundo y después de haber contado hasta 10 platicamos mucho y le hice entender que al ser mamá primeriza, no tengo idea de cómo reaccionar en estos casos y de pronto como que le cayó el veinte y me abrió su boca. Ahora si le vi sus llagas, montones de llagas a los lados de su boca y su lengua. Me dio tanta ternura, tristeza y coraje conmigo misma por no haberle visto eso desde un principio, pero ni el doctor se había percatado de ello.

La entendí y solamente le di sopitas y licuados, aunque eso le molestaba, acompañada de videos de los metados onedirections, fue como pudo comer.

Nunca he temido a nada, de hecho esas cosas del coco y del diablo de niña jamás me asustaron, ni los fantasmas vaya, pero ahora si sentí miedo, terror a algo desconocido, a no saber qué era lo que pasaba con ella. Por la mente bailaban infinidad de tonterías, de hecho cada noche que la acostaba sentí que ya no la vería al siguiente día.

Al sexto día ya comió como si nada, ya sonreía y bailaba. Mi mamá y yo casi casi lloramos de verla como antes, como siempre. Lo que si me di cuenta es que tengo que cambiar ese miedo que me da al no saber qué tiene, porque en vez de ayudarla, la hago sentir tan mal :(


5 comentarios:

~ F ~ dijo...

Buenas... la verdad que nadie nace sabiendo, y menos ser madre... yo no tengo el placer de vivir tan linda experiencia, pero lo más cercano que tengo es a mi hermoso sobrino al cual adoro y daría mi vida por él, creo que el tiempo y el instinto "maternal" te enseñará a ser cada día mejor madre....saludos desde chile

PD:quizás te preguntarás como llegué a tu blog, y la respuesta es sencilla, ingresé al mío, al cual no ingresaba hace tiempo y en un ataque de recuerdos me puse a leer mis post y me encontré con un comentario tuyo que quizás ni recuerdes porque lo hiciste hace años atrás...

Kózmica dijo...

Hola, claro que te recuerdo, he entrado a tu blog y si me di cuenta que no escribías hace tiempo. Me encantaba leerte porque somos muy parecidas.

Espero que el tiempo me dé la paciencia y la serenidad que necesito para un futuro :(

Te mando un abrazo.

~ F ~ dijo...

Un abrazo para ti también...que sea una buena semana...

Saludos

:)

Brenda dijo...

Me pasaba lo mismo cuando mis hijos eran más pequeños, ahora tienen 8 y 5 años. Pero de verdad tienes que estar segura que eres una buena mamá empezando porque la amas y en tu escrito se siente. En mi caso, en el momento que solté la preocupación de no saber qué hacer todo empezó a cambiar. Espero que eso pronto te ocurra, que pase lo que pase estés segura de tus pasos como madre.

Kózmica dijo...

Gracias Brenda. Es difícil que uno piense que está haciendo un buen trabajo pero, creo que voy por buen camino y todos los días me lo hace sentir ella, que es mi mejor juez.

Saludos Brenda.