Pensé que este día lo empezaría festejando el campeonato de los pumas, pero no es así. Sabor amargo el que pasé ayer, y podría empezar a dar un millón de justificaciones, que si robaron un penal, que si esto y lo otro, pero por más que diga, no hay de otra, Atlante es campeón. Y aunque Cris diga que el segundo lugar es el primero en la lista de los perdedores, no me importa, me siento orgullosa de ver hasta donde llegaron y al mismo tiempo ilusionada de pensar que ya viene otro torneo para que se pongan las pilas. Los amo y los llevo en mi corazón
¡Cómo no te voy a querer!
¡Cómo no te voy a querer! si mi corazón azul es,
y mi piel dorada
siempre te querré.
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