jueves, 24 de abril de 2008

La historia de un flan cake


Hace días conté que me había ganado un pastel en una carrera de un evento para niños.
Bueno pues ahora resulta que mi jefe me trajo un pastel por otro concurso.

Resulta que hace un mes más o menos mi jefe me pidió de favor le hiciera una tarea a su hija, ya que a ella o no tenía ganas de hacerla o no sé le daba mucho eso de la escritura y le habían encargado unas tipo cartas donde tenía que plasmar, a manera muy personal, los problemas con los que tenía que lidiar todos los días y como salía avante de todos ellos, todo esto con un toque religioso que es lo que le enseñan en su colegio, casi me desmayo, pues es un ramo del que no sé mucho ni me gusta meterme.

Acepté pensando que igual si no la terminaba no había problema, ya que tal vez a la mera hora tendría mucho trabajo y no había tiempo para hacerla. Pero al siguiente día ya no se trataba solamente de una carta, si no de 2, ya que también mi jefecito, tenía que redactar lo agradecido que estaba por todos los cambios que había visto en su hija desde que entró al Cole, entonces vi que la cosa era en serio.

Me di a la tarea de investigar cuáles eran los principios que enseñaban ahí y el nombre del religioso a quién tanto se le agradecía. Me quebré la cabeza 2 días para detallar las cartas, tenían que ser diferentes obviamente, pues no se compara lo que piensa una adolescente de 17 años a un señor de 48. Hubo ratitos en que me desesperaba por lo que llevaba redactado, me parecía de repente tan ridículo, pero las porras del Kris me hacían pensar que si podía, que al menos en los choros y cuentos nadie me gana.

Las palabras fluyeron y terminé la dichosa tarea. Por un momento me sentí toda una quinceañera que trata de demostrar todo lo positivo que le inculcaban día a día, y por otro lado como un padre, orgulloso de los buenos principios que había adquirido su hija. Al final me gustó hacerlo porque era algo diferente a lo que yo siempre había escrito.

Hoy llega mi jefe con un pastel y me dice que era para mí, me lo regaló porque resultó que una de mis cartas, no sé cual, ganó el 3er lugar en el colegio, y que el día de ayer le habían llamado para recibir un reconocimiento.

No tenía idea que fueran a parar a un concurso, ni mi jefe, y por eso más me sacó de onda, claro, me puse roja como un tomate por el oso que me imagine había hecho al escribir algo de lo que no tenía conocimiento, pero luego pensé, si ganó el 3er lugar es por algo, espero que no hayan sido 3 concursantes nada más :P

Así que después de las horas que me aventé al redactar dichas cartas, siento que me merezco el regalito, que aunque no fue con mi nombre, me sabe muy rico, me sabe a flan cake.

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